«¡Ay de mí si no anunciare
el Evangelio de Jesús!»
(1ª Corintios 9, 16)
La primera palabra que fue escrita hace 1500 años en el primer “templo parroquial” de Arnedo (en la iglesia rupestre del Patio de los Curas) fue CRISTO… El crismón (XP) son las 2 primeras letras de XPISTOS (Cristo) en griego.
Esta es la URGENTE y BUENA NOTICIA que la parroquia de Arnedo ha querido comunicar desde entonces: transmitir la Luz de Cristo resucitado.
En la boca del catequista -del cristiano- vuelve a resonar siempre el primer anuncio:
«Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte»
Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momento.
(Papa Francisco, Evangelii Gaudium 164)